En el último número de la Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias Mireia Balastegui, profesora del IES Jose Rodrigo Botet (Manises) y Rafael Palomar y Jordi Solbes (Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales. Universitat de València) se preguntan si hay diferencias en el grado de alfabetización científica de estudiantes del bachillerato científico tecnológico y el de humanidades y ciencias sociales. Interesante ¿no? Vamos a intentar resumirlo.
Pues entre otras cosas:
A partir de estos indicadores los investigadores elaboraron un cuestionario de preguntas cerradas y abiertas que pasaron a 104 estudiantes de 1º y 2º de Bachillerato de 2 centros públicos de la Comunidad Valenciana . Algo más de la mitad (54) cursaban Bachillerato de Ciencia y Tecnología (GCT) y el resto Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales.
Las dos conclusiones principales son estas:
1. Los valores de las medias de ambos grupos reflejan un bajo grado de alfabetización científica en Bachillerato
2. La modalidad de bachillerato elegida tiene poco impacto en el grado de alfabetización científica. La puntuación del grupo de ciencias es ligeramente superior (10%) al de humanidades
Estas tres partes del artículo que citamos a continuación nos han resultado particularmente curiosas:
«En el ítem en que el alumnado debía formular una hipótesis y realizar un diseño experimental […]no existe diferencia significativa [entre estudiantes de las dos modalidades de bachillerato] ,lo que lamentablemente pone de manifiesto que un gran porcentaje del alumnado de ciencias no practica estos procedimientos.»
«[…]la actitud, no muy positiva, ante la ciencia y su estudio […] es igual en ambos grupos: el alumnado de ciencias no tiene una mejor visión de la actividad científica que sus compañeros de humanidades.»
«[…]el alumnado de humanidades y ciencias sociales obtiene mejores resultados que el de científico-tecnológico cuando se le pide que elabore argumentaciones, aporte críticas y reflexione ante la actividad científica.»
En resumen, la alfabetización científica del alumnado del Bachillerato Científico-Tecnológico es un poco mejor a nivel de conceptos pero no se observan diferencias apreciables con respecto a sus compañeros del bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales a nivel de procedimientos, de conocimiento de la Naturaleza de la Ciencia, de relaciones Ciencia, Tecnología y Sociedad ni de actitudes hacia la ciencia.
Los autores finalizan lamentado que la LOMCE haya suprimido la asignatura de “Ciencias para el mundo contemporáneo” y animan al profesorado de ciencias a reivindicar su inclusión en ulteriores leyes educativas.