Me llamo Rosana Álvarez García. Soy profesora de Tecnología. Empecé a trabajar en la pública en 2000. Después de recorrer la geografía de Asturias como interina saqué la oposición en 2008, hice las prácticas dos años en IES Alfonso II y llevo desde el curso 2010-2011 en IES Jerónimo González.
¿Cómo acaba una bióloga dando clase de tecnología?
El destino. A mí siempre me gustó mucho lo de montar y desmontar cosas, ver cómo funcionan, averiguar el por qué, investigar, solucionar problemas pero a pesar de que me había especializado en Bioquímica, no me veía trabajando en un laboratorio.
Pero de ahí a dar clase… ¿cuándo descubriste tu vocación docente?
Yo renegaba de la posibilidad de acabar dando clase después de acabar la carrera. Sin embargo me puse a dar clases particulares mientras estudiaba y empecé a sentir que cada vez me gustaba más el trato con el alumnado, las posibilidades de ayudarlos, intentar suplir las carencias que yo había experimentado como estudiante, por ejemplo esa relación distante que a veces se establece entre profesorado y alumnado. Me enganchó y considero que fue una suerte porque me gusta mucho mi trabajo.
¿Con qué cursos trabajas y en qué estáis metidos ahora mismo?
Yo trabajo por proyectos. No me gusta crear recetas para que el alumnado las ejecute. Intento que sean los protagonistas en el proceso. Suelo empezar a trabajar con ellos en 3º ESO. Ahí se amoldan un poco a mi manera de trabajar y yo a ellos, cuando pasan a 4º ESO nos lanzamos de lleno con los proyectos. El verano pasado conseguimos el premio de Acción Magistral del BBVA a la Mejor Idea Docente con un proyecto para medir la contaminación del aire con dispositivos diseñados y fabricados por los estudiantes. La idea era analizar esos datos, extraer nuestras propias conclusiones y aportar posibles soluciones para mejorar la calidad ambiental de Langreo. Era un proyecto que estábamos haciendo en la materia de Robótica de 4ºESO en el que además contábamos con apoyos interesantes pero lo tuvimos que dejar en suspenso cuando se declaró el estado de alarma.
¿En bachillerato también trabajas por proyectos?
Sí, en TIC, este curso tenemos varios en marcha. Con un grupo de estudiantes de 1º Bachillerato participamos en el concurso Wisibilizalas que organiza la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Hemos diseñado una web en la que colgamos entrevistas con mujeres que trabajan en el sector tecnológico. Me pareció interesante porque daba la posibilidad de hablar con ellas, intercambiar ideas, experiencias,… Además de siete entrevistas (cuatro presenciales y tres on line por el coronavirus), organizamos una mesa redonda en la Escuela Politécnica de Gijón en la que además de estas profesionales participaron el director de la Escuela Politécnica, profesorado de teleco, de la facultad de pedagogía, de secundaria, y alumnado de nuestro IES
En 2º Bachillerato como en TIC tenemos programación desarrollamos una mano robótica que replica el movimiento de tu mano. Nuestra idea era fabricar un exoesqueleto para que un fisioterapeuta pueda hacer rehabilitación a distancia o incluso programar la mano para que haga ejercicios determinados según la patología que presente el paciente.
Y por último teníamos otro en TIC 1, un dispositivo anti-kamikazes controlado con placas Arduino. Se colocaría en las entradas de la autopista para detectar si un coche circula en sentido contrario. En este caso, arrastraría una cadena de pinchos para inmovilizar el vehículo pinchando las ruedas y generaría avisos a guardia civil y gestores de la autopista para comunicaciones en las pantallas. También se activarían sistemas para impedir la salida de la autopista y encontrarse con el coche inmovilizado.
¿Cuáles son las claves para que el alumnado se implique?
Que el alumnado confíe en ti, que te vea como alguien cercano y que se emocione contigo en lo que estamos haciendo. Yo cuando les cuento un proyecto lo vivo y ellos acaban metiéndose. Que vean que no es todo el estudiar, que lo que aprenden está en su entorno y se puede aplicar de muchas formas.
¿Se puede dar continuidad a proyectos en tiempos de COVID-19?
Con 4º ESO tuvimos que dejarlo porque necesitábamos tener acceso a placas Arduino, componentes y sensores de gas que quedaron en el instituto cuando se decretó el cierre. Ahora la programación está muy de moda pero nos estamos olvidando de algo fundamental. Cuando programamos es para hacer algo con mecanismos, estructuras así que durante el confinamiento les empecé a plantear retos sobre mecanismos. Por ejemplo, buscar qué tipos de palancas hay en una puerta, encontrar una explicación a la posición de la manilla y a partir de ahí podemos plantearles algún problema de cálculo, pero el punto de partida siempre es la observación de lo que tienen alrededor. Y me están sorprendiendo. Andan probando, empujando las puertas, buscando palancas por casa. (En Educastur TV podéis ver estas actividades: Palancas, Estructuras)
En Bachillerato imparto TIC y Tecnología Industrial. En TIC estamos con otro proyecto que vamos a acabar aunque estemos trabajando desde casa. Este grupo ya estaba familiarizado con Scratch y Arduino pero en este proyecto nos metimos a crear una aplicación en Appinventor para estar en contacto con niños que llevan mucho tiempo hospitalizados. La idea original era que el grupo de bachillerato diseñara la aplicación y con el grupo de 4º ESO fabricaríamos un mp3 con un nanoarduino y cuatro cosas más. Con la impresora 3D haríamos la carcasa personalizada según sus gustos y se los regalaríamos a estos niños. De momento haremos sólo la aplicación. En un curso de Arduino que impartí en el CPR Oviedo había entre las asistentes una chica que trabajaba en Aulas Hospitalarias, le comenté la idea y se comprometió a facilitarnos contacto con asociaciones de cáncer infantil para poder llevar a la práctica el proyecto.
¿Qué buscas con todos estos proyectos?
Que cuando acaben bachillerato sepan buscarse la vida, que sean creativos, que sepan trabajar en equipo, y que sean capaces de expresarse y comunicar sus ideas. En 3º ESO cuando les digo que elijan un tema, un proyecto sobre el que trabajar, se bloquean. Lo primero que intento es que observen lo que tienen alrededor y que vean que las cosas que trabajamos en el aula tienen conexión con la realidad. A partir de ahí les pido que identifiquen problemas y que intenten solucionarlos. Para eso tienen que buscar información, saber lo que ya existe, agudizar el sentido crítico y ser conscientes que este espíritu crítico va ligado a tener unos conocimientos que permiten tomar decisiones y desarrollar la creatividad. Por ejemplo si hablamos del coche eléctrico, vamos a analizar la información que nos proporcionan, quién nos la da, ver noticias a favor y en contra y con todo eso y los conocimientos adquiridos durante su proceso de aprendizaje, les pido que argumenten y que lleguen a sus propias conclusiones.
Lo segundo es que sean creativos, que busquen alternativas creativas y que no tengan miedo a cometer errores. Yo siempre soy sincera con ellos. Cuando algo no está bien se lo digo y ante las valoraciones negativas ellos reaccionan perfectamente. Es fundamental el sentido autocrítico y que ellos mismos sean conscientes del esfuerzo, compromiso y dedicación que emplean en conseguir sus objetivos. Que aprendan a trabajar en equipo y todo lo que eso implica, es fundamental en la actualidad: respetar las opiniones de los demás, ayudarse unos a otros, compromiso, compartir información.
¿Qué peso tiene la materia Tecnología en el currículum actual?
El problema es que Tecnología cada vez tiene menos horas. Los contenidos son muy amplios y es imposible abarcarlos con dos horas a la semana. Otro problema básico es el desconocimiento de los temas trabajados y que no se le da la importancia que merece. La actitud del alumnado y las familias con respecto a esta asignatura no es la misma que muestran con Matemáticas, Lengua, Inglés. Consideran que es una asignatura de segunda fila y ahí empiezas a desvirtuar la materia. Y esto pasa también con algunos compañeros de docencia. En la semana cultural yo siempre procuro que mis grupos expongan su trabajo ante sus compañeros. Hace años, después de la exposición de uno de los proyectos, “Contenedor Inteligente”, una compañera vino y me dijo “Yo no pensaba que hacíais esto”. El trabajo por proyectos y la idea que tiene la gente sobre esa forma de trabajar, es que estás poco más que pasando el rato con tus alumnos.
Con el paso de la PAU a la EBAU se suprimió la Tecnología en la prueba de acceso a la universidad. y los alumnos te dicen esto no me vale ni para subir nota. Cuando entraba en la PAU para acceder a una ingeniería la prueba de Tecnología ponderaba un punto y otras con relación no tan directa con las ingenierías, ponderaba dos. Es una contradicción. Y luego está la terminología. Quizás si en vez de Tecnología se llamase Ingeniería, la materia tendría más valor.
Sin embargo hay una tendencia a crear espacios curriculares nuevos con materias como Robótica, Pensamiento computacional ¿Crees que eso es parte de la solución?
Lo que tengo claro es que trabajar cada materia por separado no nos lleva a ningún sitio. Todas las materias pueden tener nexo en común y todas las materias pueden apoyarse unas en otras. Yo no quiero marcharme del IES Jerónimo González sin reconstruir la historia de Sama a través de sus puentes en un proyecto que va a incluir Historia, Biología, Física y Química, Arte, Patrimonio industrial, Ingeniería,… La primera barrera que hay que romper es esa. Y sería muy interesante una coordinación entre los currículos de las diferentes materias. Hay herramientas en matemáticas que se imparten en segundo de bachillerato y que necesitamos en tecnología y física en primero de bachillerato.
¿Qué opinión te merecen las iniciativas vinculadas a la robótica y programación que se ofertan a los centros desde fuera?
Yo participé en la First Lego League varios años y no me parece que ese sea el camino a seguir porque estamos aprendiendo al alumnado a programar en una plataforma privada diseñada exclusivamente para eso. Seguimos formando a usuarios de tecnología no a creadores de la misma. La aparición en el mercado de arduino y asociaciones como Makers Asturias nos permiten ser creadores de tecnología a un precio asequible para todos.
¿Y lo de empezar a programar desde etapas tempranas?
Los estudiantes que tenemos en las aulas no son nativos digitales
Yo creo que atiende mucho a modas. Los estudiantes que tenemos en las aulas no son nativos digitales. Manejan ordenadores y móviles a nivel usuario pero poco más. La robótica es algo que vamos a tener que manejar todos y es fundamental introducirla poco a poco pero de forma coordinada. Lo ideal sería que la gente que diseña el currículum baje a la realidad de los centros, que pregunten y a partir de ahí crear un currículum que tenga continuidad y coherencia en Primaria y Secundaria. En Primaria más que como materia como conceptos básicos en programación y que se pueden trabajar desde todas las áreas de conocimiento.
¿Cuáles serían esos conceptos básicos?
Estos conceptos serían: paralelismo, condicionales, iteraciones, eventos, datos, instrucciones. No tendría lógica plantear algoritmos en esta etapa. El verano pasado tuve la oportunidad de impartir un taller en Aulablog sobre el pensamiento computacional, en el que intentamos ver como plantear conceptos que se estudian en las carreras TICs desde Primaria. Y desde luego el algoritmo en esta etapa no se ve.
Es frecuente ver a niños muy pequeños pegados a una tablet y aunque estén trabajando con programas de introducción a la programación como Scratch Jr o Tinker creo que a esa edad lo último es aislarlos entre sí y comunicarlos con un ordenador. Considero que hay otras formas de introducir la programación en etapas tempranas donde ellos creen y no solo sigan instrucciones. Y como te digo, no me tranquiliza escuchar a alguien que te dice orgulloso que su hija con solo 5 años ya está programando aplicaciones en la tablet. No creo que los niños de esa edad tengan que pasar tanto tiempo pegados a una pantalla.
¿Pero es posible introducir el pensamiento computacional en Primaria sin trabajar con dispositivos?
Omar, un compañero del IES Universidad Laboral, diseñó una adaptación de Scratch para Educación infantil en la que los bloques de programación están hechos con cartulinas y el tablero está en el suelo. Uno de los niños es el programador y tiene que guiar a su compañero por el tablero. Ahí se trabaja la orientación espacial y conceptos propios del pensamiento computacional como los bucles y la reiteración pero sin necesidad de depender de un dispositivo y jugando en grupo manteniendo la relación e interacción entre los peques.
Cuando nos visitó en Marzo, Jordi Doménech nos hablaba de la necesidad de tener una dieta metodológica equilibrada. ¿Cuál es la tuya?
Creo que nos perdemos en la terminología. Aprendizaje Basado en Problemas, ABP, retos, Aprendizaje-Servicio… Al final todas estas metodologías tiene muchos más puntos en común que diferencias Yo necesito apoyarme en elementos de unas y otras porque cada clase es diferente, cada grupo es diferente, cada tema se estructura diferente. Cuando me preguntan qué metodología utilizo siempre digo que mi metodología se llama “depende”. Al final las diferentes metodologías se convierten en recursos para el trabajo en el aula en distintas situaciones
Otra característica de tus proyectos es la implicación de agentes externos, personas e instituciones ¿Hay predisposición para colaborar?
Mi experiencia hasta ahora ha sido muy positiva. Siempre que llamo pidiendo ayuda la primera reacción es de sorpresa al ver que alumnos de estas edades están planteando proyectos así. El primer proyecto que hicimos en 2011 tenía que ver con el papel de la telomerasa en la cura del cáncer y Carlos López Otín nos recibió en su despacho. La gente suele responder muy bien. Yo creo que pecamos por no intentarlo
¿Es importante buscar que el alumnado tome la iniciativa para establecer estos contactos?
Es fundamental. En todos los proyectos llega un momento en que los grupos ganan autonomía y empiezan a tirar de él. En Wisibilizalas la idea era que se documentasen y que fueran las propias estudiantes las que concertasen y realizasen las entrevistas. Al principio les daba mucho corte pero ahí hay una oportunidad de aprendizaje.
Hablas con mucha naturalidad de colaboraciones con la Escuela Politécnica de Gijón. ¿Cuál crees que tendría que ser la relación entre las Facultades de Ciencias e Ingeniería y los centros de Educación Secundaria?
Un día hablando con un amigo sobre un proyecto me recomendó ponerme en contacto con Borja Sánchez, Garcia, el Consejero de Ciencia, Innovación y Universidad. No tenía su correo pero le puse un mensaje en LInkedIN y me contestó. No me pudo recibir pero me puso en contacto con una persona de su equipo y lo que les planteaba era la posibilidad de poder acudir con un equipo de alumnos a la universidad y trabajar con personas o equipos que tengan líneas de investigación relacionadas con nuestro proyecto. Creo que este contacto previo contribuiría a evitar que muchos estudiantes empiecen a estudiar una carrera sin tener claro donde se meten.
¿Hay precedentes?
Al alumnado de lo que antes se llamaba diversificación y ahora alumnado de PMAR, se le daba la posibilidad de pasar una semana haciendo prácticas en empresas. ¿Por qué no se puede adaptar ese modelo y permitir que equipos de estudiantes de secundaria que estén haciendo proyectos interesantes pasen una semana en la universidad o un centro de investigación trabajando con profesionales? Me dicen que eso genera muchos problemas pero seguro que hay manera de establecer el marco legal para que sea posible. No sería todo el alumnado de un grupo sino aquellos que estén interesados y comprometidos con el proyecto.
Nosotros ya lo hemos hecho y pasamos dos días en la Facultad de Biología haciendo pruebas en un proyecto en el que estudiábamos los patógenos que hay en la pantalla de un móvil pero el problema es que lo tengo que hacer en horario no lectivo y asumiendo una responsabilidad personal si sucede algo.
Colaboras con la Facultad de Formación de Profesorado en el Máster de Formación de Profesorado ¿Qué mensaje transmites a los estudiantes en prácticas?
Nunca había tenido conmigo en el aula a gente en prácticas y llevo dos años implicada en el proyecto aunque de forma discontinua. Mi objetivo es que vean lo que es la vida en el aula, cómo trabajo por proyectos, que es posible trabajar sin libro de texto y que la enseñanza no tiene por qué ser tan encorsetada, que no hay problema por dedicar un día a hablar del hormigón transparente o de cualquier otro tema que te apasione y sea interesante aunque no esté en el currículum. En tecnología al igual que en muchas materias los avances y descubrimientos son continuos y algunos no aparecen en los libros de texto. Cultivar la curiosidad del alumnado y sorprenderle es un recurso muy interesante.
¿Qué labor crees que tienes desempeñar Asturias4STEAM en todo esto?
Lo primero y fundamental, dar visibilidad y protagonismo a los estudiantes que hacen proyectos STEAM. Crear oportunidades para que cuenten sus proyectos. Segundo, crear mecanismos para que los centros nos comuniquemos entre nosotros. Yo probablemente estoy haciendo lo mismo que 25 más pero si no nos comunicamos, no lo sabemos. La coordinación entre profesorado de primaria, secundaria y universidad es una baza que no utilizamos y que podría ser de gran utilidad.
¿Crees que las visitas intercentros pueden ser una vía interesante para compartir experiencias?
Estaría bien. La semana pasada se tendría que haber celebrado la semana cultural de nuestro centro y ahí estaba previsto recibir a un grupo del IES Virgen de Covadonga para que mis alumnos les diesen un taller de Arduino. Pero es complicadísimo organizar estas actividades, hay muchas trabas.
¿Y en el caso del profesorado?
Los grupos de trabajo son una opción pero al igual que los cursos de formación tienes que hacerlos en tu tiempo libre. También me parece muy bien que la gente vaya fuera a ver experiencias, todo aporta, pero en muchas ocasiones el contexto es muy diferente y ¿qué vas a hacer? ¿venir con las ideas de Finlandia? Pues probablemente aquí no te vayan a funcionar. Aquí en Asturias tenemos profesionales buenísimos y hay que visibilizar más su trabajo. No estaría mal mirar un poco hacia dentro, valorar lo que tenemos, centrarnos en todo lo que ya hay hecho compartirlo y buscar una línea que se adapta a nuestras características y sobre todo a las de nuestro alumnado. No creo en las recetas mágicas en educación, creo en el material humano y sobre todo en la unión, apoyo y colaboración que son los tres pilares fundamentales que la sostienen.
Gracias y enhorabuena, Rosana
Para saber más
Páginas de Proyectos
https://rosanaalvgar08.wixsite.com/aulatecnologia
Proyecto Wisibilizalas
https://marcoslopezvitos.wixsite.com/wisibilizalas
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