"Todos los centros participantes conforman una comunidad investigadora."
Publicado el 03 de Septiembre de 2020

Agne Ansour es la directora de «Savanturiers, Ecole de la Recherche», un proyecto dirigido a centros educativos de primaria y secundaria en Francia. Agne desarrolló su labor profesional en el campo de la traducción antes de pasarse a la enseñanza.  Como profesora se empezó a interesar por el aprendizaje basado en la indagación y  en colaboración con François Taddei, fundador y director del CRI (Centro de Investigación Interdisciplinaria de la Universidad de París) diseñaron y lanzaron el  proyecto educativo Savanturiers en 2013.

Savanturiers es un neologismo que surge de combinar las palabras “sabios” y “aventureros”. ¿Qué queríais transmitir con el nombre?

La idea es hacerles entender que el objetivo de la educación no es simplemente obtener un empleo mejor que el de sus padres y madres, sino que la escuela es una aventura en la búsqueda del conocimiento.

¿Qué os motivó a lanzar la iniciativa?

En mi etapa como profesora trabajaba en una escuela de un área muy desfavorecida. La desigualdad está profundamente enraizada en la sociedad francesa. Ni los niños ni las familias en áreas desfavorecidas son realmente conscientes de lo que está en juego, del currículum oculto. Mi preocupación no era sólo que obtuvieran buenos resultados académicos, sino que también elevaran sus aspiraciones académicas y profesionales.

Savanturiers no sólo busca despertar vocaciones científicas pero también aumentar la alfabetización científica,

No todos vamos a convertirnos en investigadores, pero como ciudadanos necesitamos tener cierta confianza para entender cosas como el grado de veracidad  de la información que recibimos. Ser ciudadano requiere ser plenamente consciente de las formas en que se produce el conocimiento, comprender, tomar decisiones y actuar. Si hace años una sociedad no  se podía permitir tener a ciudadanos que no supieran escribir, leer y hacer algunas operaciones aritméticas,  hoy en día, además de eso también deben ser capaces de procesar todos los avances científicos, tecnológicos, políticos y económicos, adoptar una postura crítica, pensar en ellos de manera ética y ser creativo en la puesta en práctica de soluciones.

Comprender, decidir y actuar en base a información científica suena bien pero vivimos rodeados de tal cantidad de datos e informaciones contradictorias que a veces hacen que nos sentamos perdidos

En esta era de digitalización también se trata de darles a conocer la diferencia entre noticias (falsas o reales), información (precisa o no) y conocimiento. Cuando trabajamos en proyectos de Historia, trabajamos con la idea de «archivo» y los niños se dan cuenta de que son una fuente de información diferente a la prensa y que puede ser más fiable.  El objetivo principal es garantizar que todos tengan una buena alfabetización científica, que sepan qué es una prueba, qué significa validar una prueba y  que en definitiva sean conscientes de cómo se genera y circula el conocimiento.

Ahora que hablas de Historia, en Savanturiers  la investigación no es algo exclusivo de la ciencia entendida en sentido estricto.

En absoluto. Las ocho áreas temáticas que planteamos son muy diferentes entre sí y dan cabida a proyectos de historia, sociología. Incluso los proyectos relacionados con el cambio climático abordan el problema desde la perspectiva de la  economía o de la planificación urbana.

Uno de los principales objetivos del proyecto es proporcionar una visión más realista de la ciencia y el trabajo científico ¿Qué queréis decir exactamente?

Cuando los niños leen algo en un libro o escuchan al maestro tienden a considerar que son fuentes autorizadas de información sin ser realmente conscientes de cómo se produce el conocimiento.  Savanturiers quiere transmitir la idea de que el conocimiento puede generarse en un laboratorio, pero que los laboratorios son parte de una comunidad científica más grande donde las ideas se discuten, intercambian y se modifican en función de las evidencias disponibles. Savanturiers intenta recrear este ambiente de laboratorio en los centros educativos.

Y lo hacéis creando oportunidades para que estudiantes y profesorado lleven a cabo prácticas propias de la ciencia desarrollando y difundiendo sus investigaciones en diferentes foros y formatos.

Todos los centros y aulas participantes forman parte de una comunidad investigadora donde tiene cabida el debate, los errores. Organizamos congresos de jóvenes investigadores y muchos centros ya se han lanzado a organizar encuentros de este tipo por su cuenta.

¿Qué aportan estos congresos al alumnado?

Se trata tanto del método como de la perspectiva ética con la que un investigador afronta su trabajo. De la misma manera que los investigadores asumen responsabilidades sobre su trabajo y resultados  cuando un equipo de Savanturiers va a comunicar sus resultados, la ortografía debe ser perfecta, el argumento debe ser robusto, las fuentes deben verificarse y los datos deben validarse. Esto sucede incluso con nuestros proyectos en Educación Infantil. En uno de los congresos llegué a escuchar a un equipo de Ed. Infantil preguntarle a sus compañeros mayores: ¿De dónde sale ese dato?

 

PROFESORADO

Reserváis al profesorado el rol de profesor-investigador ¿Qué significa esto?

Nuestro trabajo con los docentes no pone el foco en STEM o STEAM sino en la pedagogía. Se trata de cómo convertirse en un maestro o educador experto. Como profesional docente, eres capaz de realizar un buen diseño de aprendizaje, proporcionar una buena retroalimentación, evaluar los resultados del aprendizaje. Todo esto es muy importante pero en el papel de profesor-investigador incidimos en la necesidad de que el profesorado trabaje en comunidad tal y como hacen los investigadores. La base del trabajo científico es el conocimiento basado en pruebas, por lo tanto, el profesorado deben desarrollar nuevas prácticas apoyadas en las evidencias pedagógicas relevantes. El mensaje clave es que la ciencia no es algo que ocurre fuera de los centros educativos, la ciencia debe ser parte de la identidad profesional de un docente.

¿Cómo llegáis al profesorado?

El hecho de que Savanturiers sea un programa del CRI de la Universidad de París que está respaldado por el Ministerio de Educación es muy tranquilizador para los docentes.  Twitter también ha sido fundamental para llegar al profesorado.

¿Cómo se incorporan los docentes al programa? ¿Hay más de una vía de entrada?

Al diseñar Savanturiers tuvimos siempre en mente distintos niveles de implicación para los docentes. Un profesor puede simplemente participar en uno de nuestros cursos en formato presencial en el campus de la Universidad de París o en línea. El siguiente nivel sería desarrollar un proyecto Savanturiers y, para facilitarle la tarea, hemos identificado ocho áreas temáticas y diseñado una serie de recursos que puede descargar y usar por su cuenta. También puede ser parte de nuestra red y beneficiarse del soporte que ponemos a su disposición.

¿Necesitan mucho apoyo para llevar el proyecto a la práctica en el aula?

Observamos una gran diferencia entre los docentes novatos y experimentados en Savanturiers. Durante el primer año necesitan apoyo, el segundo año se vuelven más autónomos y en el tercer año simplemente ya no nos necesitan. Para mí esto es lo más importante. Tenemos éxito cuando nos volvemos prescindibles.

¿Hay más niveles de implicación?

Si desea involucrarse aún más, tiene oportunidades de seguir formándose hasta convertirse en un profesor embajador de Savanturiers y formar a otros colegas, diseñar recursos didácticos, publicar artículos. Así que hay diferentes rutas y niveles de participación.

 

INVESTIGADORES

La colaboración entre docentes, educadores e investigadores (educativos o científicos) es un aspecto central de la  propuesta que nos gusta mucho ¿Cómo lográis acercar la comunidad científica y la comunidad educativa?

Tenemos muchos profesionales de la investigación que hacen la labor de mentores. Aquí en Francia los maestros de primaria no suelen tener una formación científica y esto les genera inseguridades cuando trabajan con estudiantes en proyectos científicos.

¿Cómo convencéis a los investigadores para que participen?

Simplemente lanzamos una convocatoria todos los años y ellos simplemente responden. Todos tenemos este objetivo común de tener una mejor educación para todos. Los llamamos coeducadores. Se sienten obligados a dar y comprometerse por primera vez, para atraer estudiantes a las vocaciones STEM, atraer a las niñas.

¿Cómo se reparten las tareas entre el mentor y la profesora a cargo del grupo?

En los proyectos Savanturiers hay una distribución de roles. La profesora sería algo así como la directora del proyecto y sus colaboradores son el grupo de aula y el científico o científica que además de explicarles en que consiste su trabajo como investigador asesoran al grupo para determinar que el protocolo es correcto, validar cómo analizan los datos y los resultados. En cualquier caso su papel es asesorar,  no diseñar y hacer el experimento mientras profesorado y niños observan.

¿Cuándo se produce el  primer contacto?

Antes del proyecto el docente y el mentor se reúnen para intercambiar puntos de vista y consensuar un objetivo común. Por un lado los científicos pueden decir para abordar este problema necesitas esta y esta herramienta, y que los estudiantes comprendan estos conceptos. A lo que la profesora puede responder, sí, está bien, pero tenemos que adaptar la propuesta porque mis alumnos tienen entre 8 y 12 años. Es como una negociación diplomática en torno a cuestiones científicas y pedagógicas, que conducen a un acuerdo y una hoja de ruta común.

Y de ahí se pasa a la puesta en práctica en el aula

En la segunda parte los mentores interactuan con los niños, dar retroalimentación, escuchan sus presentaciones en el congreso científico Savanturiers y revisan los documentos que producen.

¿Cuánto tiempo dedican?

Por lo general, los mentores invierten 6 a 10 horas por año de forma voluntaria. Pero una vez que se unen, algunos se enganchan y se comprometen mucho más de lo esperado. Muchos docentes no necesitan contar con un mentor durante todo el año, solo en momentos específicos. Este contacto no siempre es presencial, y es habitual el uso del correo electrónico, videoconferencias.

¿Qué aporta la experiencia a los investigadores?

Principalmente, los investigadores jóvenes nos dicen que les ha ayudado a afinar su propia comprensión del proceso científico. Los estudiantes de segundo año de máster o jóvenes doctores nos dicen que les ha servido para darse cuenta de que una pregunta científica evoluciona cada vez que se tienen datos nuevos, y que es natural que su pregunta de investigación cambie y que se sientan perdidos.

 

EVALUACIÓN

Desde su lanzamiento en 2015, habéis llegado a más de 75000 niños. En este tiempo Savanturiers ya ha tenido varias evaluaciones externas. ¿Qué habéis sacado en claro?

La primera evaluación de impacto la llevamos a cabo cuando el proyecto estaba en la fase piloto. El resultado principal fue que necesitábamos trabajar más en la formación del profesorado. Habíamos generado muchos recursos para trabajar en el aula pero no estábamos haciendo nada con el profesorado.

Después llegó la primera evaluación de impacto propiamente dicha,

Si, el equipo de Marc Demeuse, director de l’INAS-MONS y  un experto líder en evaluación en Europa dedicó 2 años a analizar el impacto del proyecto en los niños y niñas que habían participado. Los resultados mostraron que el proyecto repercutía positivamente en cuatro dimensiones de la actividad científica: colaboración, metodología, creatividad y pensamiento crítico.  El impacto en la creatividad fue una sorpresa inesperada pero agradable. Manejamos una definición de creatividad muy precisa que hace referencia a la capacidad de imaginar, sugerir hipótesis alternativas. Es importante hacer estos términos concretos para el profesorado para que dejen de verse como conceptos etéreos.

Y otro aspecto es que los niños aprenden a aprender. Detectamos un gran impacto en la metacognición. En este caso, los niños disponían de los criterios correctos que les permitían evaluar lo que habían aprendido, y la utilidad de su aprendizaje.

¿Y los próximos movimientos, planes para Savanturiers?

Internacionalizar la iniciativa. Savanturiers ya está en 11 países de habla francesa pero queremos cooperar con otros países fuera del ámbito francófono.

 ¿Algún plan para traducir materiales al español?

Si tenemos socios dispuestos a traducir cualquiera de nuestros recursos, ciertamente estamos abiertos a ello. Así que si quieres traducir algo al español, no dudes en hacerlo.

Muchas gracias por tu tiempo, Ange.

 

Para saber más:

https://savanturiers-projects.cri-paris.org/

http://foundation.thalesgroup.com/savanturiers-de-high-tech/?lang=en

https://www.youtube.com/watch?v=xXKNto_TOXM

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