A modo de presentación…
MR: Soy Marta Roldán, profesora de FP en Industrias Alimentarias. Llegué a esta familia profesional sabiendo que quería ser profesora. Me gradué en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y antes de incorporarme a la docencia estudié el grado de Enología y trabajé en varias bodegas. Me presenté a las oposiciones en Asturias porque me parecía que la industria alimentaria de esta región era muy interesante. Llevo 6 años aquí y 13 de experiencia docente en total.
MF: Yo soy Marta Fernández, profesora de Análisis Químico y Control Microbiológico y Sensorial de alimentos. Terminé Biología y acto seguido hice un máster en Biotecnología de los Alimentos en la Universidad de Oviedo. Ahí aprendí mucho sobre industria alimentaria. Luego encadené varios empleos de corta duración, formación de formadores en manipulación de alimentos, seguridad e higiene de los alimentos. Preparé oposiciones y en 2002 empecé a trabajar como interina. Desde el 2014 tengo la plaza en la especialidad de Procesos en la Industria Alimentaria, al igual que Marta Roldán.
¿Qué os atrajo a la FP?
MF: La FP te permite trabajar en el aula de manera muy práctica. Creo que hablo por las dos si digo que también nos motiva mucha por la relación entre educación e industria. Otro punto a favor es la diversidad de los grupos con edades tan diversas, gente que viene de la universidad junto con otros que llegan de los institutos. Hay que luchar por poner en valor la Formación Profesional.
Hablando de esa diversidad, parece haber un flujo de titulados y estudiantes universitarios hacia la FP
MF: Sobre todo en el Grado Superior se empezó a notar a partir de la crisis de 2008. Hubo algún año en que casi la mitad del alumnado tenía un título universitario o habían pasado por la universidad. Veterinarios, biólogos, ingenieros agrónomos, y claro la FP no está pensada para esto.
MR: Yo misma hice una FP de Restauración después de acabar las licenciaturas y considero que aprendí un montón.
MF: Sí, y coincide con lo que nos transmite el alumnado de este perfil y es muy reconfortante pero realmente la FP no está diseñada para acoger a tanta gente con niveles tan altos de cualificación. Este año parece que se ha atenuado un poco.
En otros niveles educativos la educación y tecnológica sigue siendo muy teórica ¿Qué aporta la FP a la educación STEM?
MR: El currículo de FP está basado en competencias profesionales, personales y sociales. Lo que intentamos es llevar al aula la aplicación de la ciencia y la tecnología en el ámbito de producción. Planteamos prácticas muy próximas a la realidad de lo que se hace en las empresas. Esa es mi lucha particular, que cada una de mis prácticas no esté únicamente sacada de libros, sino que reproduzcan o emulen actividades que se llevan a cabo en las empresas del sector y que tengan una aplicación en un contexto de producción real. Esa parte procedimental es una seña de identidad de la FP, con el trabajo práctico y la aplicación de la ciencia y la tecnología.
MF: Yo siempre les explico a mis alumnos del CFGS de Análisis Microbiológico que, aunque yo llegué aquí con mi título de grado y máster tuvo que ser una compañera la que me enseñó a utilizar un autoclave. ¿Hice prácticas durante mi formación? Sí, pero no tenía control sobre ellas. Asistías como una mera espectadora, seguías unos pasos, pero no te hacían partícipe del diseño de los procedimientos. Tampoco te enseñaban para que servían otros equipos que estaban en el laboratorio. Eran prácticas en las que, por supuesto que aprendías cosas, pero te dejaban muy poco poso práctico. Yo cuando empecé como profesora de FP me veía limitadísima a la hora de preparar una buena práctica para el alumnado. A veces son cosas tan sencillas como hacer que vean el almacén de reactivos o que sepan dar entrada a un material, rellenar la ficha de trazabilidad, hacer la gestión de residuos. Sí, son cosas que parecen básicas, pero en la Facultad nadie te las explicaba. Creo que la Formación Profesional lleva mucha ventaja a la Universidad en este sentido.
Algún proyecto del que estéis particularmente satisfechas
MR: Tenemos una práctica relacionada con la sidra que tiene mucha ciencia y tecnología detrás. Hace un par de años nos acercamos al Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario (SERIDA) y adquirimos un pie de cuba, un concentrado de levaduras autóctonas que tiene unas características particulares para elaborar sidras especiales, y que el SERIDA multiplica y vende a los lagares. A partir de esas levaduras elaboramos con varios grupos de alumnos productos innovadores como sidra de hielo y sidra espumosa de segunda fermentación en botella. También probamos a fermentar productos de panadería y a generar masas madre con estas levaduras y las bacterias lácticas del entorno. Yo traté de reproducir lo que se estaba haciendo en los lagares y Marta por su parte emuló el trabajo del SERIDA utilizando la joya de la corona de nuestro laboratorio, un biorreactor, en el que conseguimos que las levaduras se reprodujeran.
¿Por qué es tan interesante?
MF: Porque es un proyecto interdisciplinar en el que participamos profesores de distintos módulos. Marta Roldán, planteó al alumnado en el módulo de Tecnología de los Alimentos la utilización de esas levaduras específicas para elaborar sidras espumosas. Además, junto con el profesor de Innovación, José María Labrador, lo aplicaron para producir una fantástica sidra de hielo. En mi caso, que en 2º curso imparto Biotecnología, y gracias a contar con un biorreactor (la dotación en equipos es fundamental para el trabajo práctico en ciclos formativos), multiplicamos la cepa de levadura en un caldo de cultivo específico manteniendo su pureza. Aumentamos la biomasa, la congelamos y fuimos capaces de seguir sacando provecho al Saccharomyces bayanus como recurso en el aula.
¿Por ejemplo?
MF: En microbiología de 1º utilizo muestras para observar células al microscopio y ver si somos capaces de hacerlas crecer en una estufa de cultivo. Le sacamos mucho provecho a esos 30€ que nos costó el pie de cuba pero además el alumnado disfruta y lo valora. Un alumno que había pasado por la universidad me dijo que en el laboratorio de su facultad había un biorreactor pero que nunca lo habían usado y que desde que había empezado el ciclo formativo llevaba un mes y medio trabajando con este equipo casi a diario.
¿Cómo organizáis el trabajo en el aula o laboratorio?
MR: Pues hay un poco de todo. Prácticas individuales, en equipos pequeños, o como en este caso en equipos más grandes que además tienen que coordinarse entre sí. Yo trabajo también por proyectos o retos planteándoles problemas de producción en los que el trabajo es en equipo.
MF: En laboratorio el trabajo es algo diferente. El biorreactor exige un control diario y eso requiere colaboración. Yo hay días que no tengo clase con ellos, pero en cualquier caso siempre tiene que haber alguien responsable que vaya y compruebe el pH y otros parámetros y esa responsabilidad va rotando. Lo importante es que lleven un buen registro de datos y lo hacemos de manera tradicional haciéndoles que apunten observaciones en la pizarra y sacando fotos.
En la educación STEAM se habla mucho de proyectos integrados o globalizados y eso exige la colaboración entre docentes. ¿Es fácil en vuestro caso?
MF: Nosotras intentamos hacer docencia compartida, aunque sea sacrificando un hueco libre en el horario, pero no tenemos ni siquiera un aula disponible para trabajar con alumnado. Ni las instalaciones de los centros ni las aulas están pensadas para un trabajo colaborativo. Desde la administración se nos pide ese cambio metodológico, pero hay limitaciones muy grandes. Todo se suple con buena voluntad, pero para trabajar de esta manera nos faltan recursos, espacios y más flexibilidad en los horarios.
Y luego está la formación de profesorado ¿cómo se ve desde la FP?
MR: La actualización técnica y didáctica es fundamental en FP. Para la formación muchas veces es necesario invertir tiempo personal y en algún caso dinero de tu bolsillo, aunque la Consejería es cierto que también financia algunos cursos. Después llevarlo a la práctica es más complejo. Yo siempre digo que la formación está muy bien, pero hay que intentar llevarla a la práctica porque si no carece de sentido. Hay siempre mucho que pulir y mejorar para llevarlo al aula y eso requiere tiempo. Trabajar por proyectos y pretender que el alumnado trabaje de forma colaborativa cuando el profesorado no lo está haciendo es algo contradictorio. Hace falta que formación de profesorado y dotación de infraestructuras vayan de la mano.
MF: A mí me han ayudado mucho los cursos de INTEF pero en cualquier caso hay que ser conscientes que no todo el mundo está predispuesto a embarcarse en este proceso de cambio metodológico. Hay compañeros que no se animan a empezar con nuevas metodologías y eso te limita un poco si quieres plantear proyectos de tipo interdisciplinar. Y ojo, con esto no quiero decir que hagan mal su trabajo. Hay gente que imparte clases estupendas a la manera tradicional.
¿Cuál es la reacción del alumnado de FP ante este cambio metodológico?
MF: Se da por hecho que estas metodologías activas les van a encantar, pero hay una parte del alumnado que es reticente a trabajar de esta manera, particularmente el alumnado de mayor edad. Tú llegas muy ilusionada con tu planteamiento de distribución de roles y no todos los grupos responden igual. Hay resistencias por la falta de hábito de hacerlo así.
En el caso de FP las estancias formativas en empresas para profesorado son otra oportunidad de formación.
MR: No la hay en todas las CCAA pero aquí sí y es una opción maravillosa de aprendizaje. Hay dos modalidades. Una en la que tienes un listado de empresas para elegir en función de la familia profesional y otra en la que tú te buscas la empresa en la que quieres hacer la estancia. Generalmente se realizan en un momento que no interfiera con el transcurso normal del curso, a finales de Junio, en Julio o principios de Septiembre. A mí como tutora de FCT me motiva especialmente porque es fundamental conocer desde dentro el día a día de las empresas. Sacas ideas para alguna práctica interesante, formas nuevas de trabajar. Yo suelo alternar estancias en empresas pequeñas y grandes. El año pasado fue en una quesería pequeña de Cabrales y el anterior las hice en Mantequerías Arias, una empresa más grande.
MF: A veces el profesorado de FP se incorpora a la docencia sin una experiencia laboral previa en el sector. Por eso estas estancias te dan unas herramientas y un conocimiento de la industria que son esenciales. Sin embargo, a veces no es fácil encontrar el momento. Si llevas la jefatura de departamento o la tutoría del módulo de formación en centros de trabajo, los plazos para hacer estancias en empresa coinciden con las épocas de mayor papeleo.
¿Se establece una relación duradera con las empresas donde hacéis las estancias?
MR: Las estancias en empresas permiten también crear una red de contactos a nivel profesional que luego sirven para resolver dudas técnicas, actualizar contenidos, facilitar las visitas a industrias del sector, realizar colaboraciones o avisarte de ferias o congresos que se van a realizar. Por ejemplo, a raíz de mi estancia en la quesería en Cabrales nos han invitado a asistir a una cata del Consejo Regulador y nos viene muy bien porque impartimos un módulo de Análisis Sensorial. Los contactos fuera te permiten también buscar prácticas en el extranjero para nuestros estudiantes.
¿Qué mensaje os trasladan las empresas y laboratorios en los que acaban trabajando vuestros estudiantes? ¿Están satisfechos con el nivel de formación de los titulados de FP?
MR: Las empresas sobre todo se fijan en la actitud, las ganas de aprender y la iniciativa del alumnado que hace las prácticas. Las empresas grandes con las que trabajamos están muy contentas con el nivel formativo de los técnicos de Industria Alimentaria. Sin embargo, detectan carencias importantes en competencias digitales, y lamentan que no sepan trabajar con determinadas tecnologías que a las empresas les parecen básicas.
MF: En relación a esto, llama la atención que en Grado Superior no haya ningún módulo específico de competencia TIC. En el caso de industrias alimentarias también demandan la parte de mantenimiento electromecánico. No que sepan reparar la máquina pero sí escucharla, detectar errores, hacer un mantenimiento básico.
¿Cambian las demandas en función del tamaño de las empresas?
MR: Las grandes empresas demandan el tema digital y las pequeñas demandan especialización. Ahora educación está sacando los cursos de especialización en FP, para cursar tras obtener el título en grado medio o en grado superior. Relacionado con nuestra familia profesional ya ha salido el de Panadería y Bollería Artesanales y yo espero que salga el de Quesería porque es una demanda del sector.
¿Cuál creéis que tiene que ser la relación entre los centros de FP y la universidad o los centros de investigación adscritos a la universidad?
MF: Yo como profesora más que con la universidad echo de menos una comunicación fluida con la industria. Sí, los tutores de FCT tienen cierta relación con empresas pero en general hay pocos canales de comunicación entre empresas y equipos docentes y, sinceramente, creo que tampoco hay una cultura de colaboración.
¿Cuáles son los impedimentos para esa colaboración?
MR: El problema en muchos casos es que las empresas también andan muy pilladas de tiempo. A veces figuran como tutores cargos directivos pero no son los que están acompañando al estudiante en prácticas. Pero hay empresas que se implican muchísimo. El Grupo El Gaitero es uno de esos casos que se esfuerzan para ajustar programas formativos, nos invitan a visitar las instalaciones y ver el puesto para comprobar si se adapta a las prácticas que estamos buscando para nuestro alumnado. Pero no todas las empresas muestran la misma sensibilidad o esa predisposición a cooperar para mejorar la calidad de la formación
Universidad y FP parecen ser dos mundos totalmente separados ¿es posible un acercamiento?
MF: En el caso de la universidad, creo que establecer vínculos serviría para elevar el perfil de la FP. Establecer vínculos con la Facultad de Biología, por ejemplo, sentarnos, charlar de las cosas que nos afectan, que ellos pudiesen ver cómo planteamos las clases nosotros. Yo valoro la labor del profesorado universitario pero ¿pasa lo mismo en sentido inverso? Sólo por eso, porque conozcan y valoren el trabajo que hacemos desde la FP, ya merecería la pena.
¿Qué puede aportar Asturias4STEAM?
MR: Varios temas: la difusión de proyectos en FP es algo fundamental. Por otra parte, la A de STEAM me parece muy interesante, esa parte cultural y social asociada a la ciencia y la tecnología. Siempre hay un contexto sociocultural en el que se desarrolla la ciencia y me parece fundamental subrayar estos nexos. Creo que se puede incentivar y difundir ciencia a partir de datos históricos y de las artes en su sentido más amplio. Y luego la participación de la niña y la mujer en el ámbito científico-tecnológico. Yo veo en empresas a muchísimas mujeres trabajando como jefas de producción, de mantenimiento y eso hay que visibilizarlo.
MF: Me gustaría que pusiese en contacto proyectos e iniciativas que se hacen en distintos centros y que pueden tener cosas en común aunque no lo sepamos. Creo que puede ser una plataforma en la que se centralice este tipo de información y que por ejemplo el proyecto de S.bayanus pueda servir a otro centro que se esté planteando trabajar con cepas de levaduras. Nosotras lo tenemos descrito en una entrada del blog del ciclo porque muchas veces fallamos en la difusión. Hay compañeros nuestros en la sala de profesores del ámbito científico en ESO y que quizás desconocen lo que estamos haciendo en el edificio de al lado. A mí me gustaría que Asturias4STEAM acabe siendo una plataforma llena de conocimientos con base científica que sea útil para todos los centros y que permita poner en contacto a gente como nosotras que esté haciendo cosas interesantes de los que puedan salir proyectos de colaboración.
Para saber más
http://industrialimentariafp.com/2019/04/03/erase-una-vez-una-levadura-de-sidra/
http://industrialimentariafp.com/category/tecnologia-alimentaria/
http://industrialimentariafp.com/2019/12/05/nueva-revista-score/