Soy profesora de primaria de la especialidad de inglés. He pasado por varios colegios y en todos ellos he acabado siendo coordinadora TIC. Siempre estoy metida en proyectos de innovación ya que cualquier propuesta que suponga olvidarse del libro de texto “me engancha”. Soy embajadora eTwinning y coordino proyectos Erasmus en mi centro actual, CEIP San Lázaro – Escuelas Blancas.
¿Cómo empezáis a introduciros en esto del STEAM?
Todos los años celebramos una semana cultural en el centro en la que participa alumnado y familias. Hace 4 años las jornadas giraron en torno a las matemáticas. Lo titulamos “Nosotros y las mates”. A raíz de esas jornadas empezamos a desarrollar muchas actividades STEAM y nos planteamos que fuera una línea de trabajo del centro desarrollada a través de una serie de talleres.
¿Cómo funcionan estos talleres?
Todas las semanas el alumnado tiene una sesión de talleres STEAM a la misma hora. Ahí se trabaja sin libros, de forma muy activa y colaborativa, intercambiando aulas, y trabajando juntos niños y niñas de distintos niveles. Uno de los talleres del primer año fue un taller de programación con Scratch, contando con el apoyo de un monitor que nos facilitó Ayuda en Acción. Sin embargo, no acababa de cuadrarnos muy bien, porque nuestro planteamiento era que cada niño participase al menos en un taller diferente cada trimestre. Había 3 talleres para infantil, otros tres para 1º y 2º y así sucesivamente y el horario del monitor era cuatrimestral, así que nos lanzamos a impartir nosotros ese taller.
Además de Scratch ¿Qué otros talleres ofertáis?
Otro de los talleres es el espacial que trata de Geometría; ahí trabajamos la parte más manipulativa y experimental, esa que a veces se deja un poco de lado por falta de tiempo, y además nos permite incorporar la parte artística. El curso pasado incorporamos Robótica al taller de programación con Scratch. Otros talleres que funcionaron muy bien fueron los de ajedrez, el de lógica matemática, los de numeración, huerto escolar, etc. La novedad este pasado curso fue un taller de radio escolar.
¿Entonces las temáticas van cambiando cada curso? ¿Quién lo decide?
La oferta viene determinada en función de las habilidades del profesorado que hay en plantilla cada curso. Hay talleres que mantenemos porque el profesorado está capacitado para impartirlos y tienen buena aceptación por parte del alumnado, otros se incorporan a propuesta del nuevo profesorado, como el de radio escolar del pasado curso.
A raíz de esos talleres contacté con Nieves G. Morán del CP San Pedro de Los Arcos (leer entrevista aquí), otro centro de Oviedo y me propuso solicitar un proyecto de innovación conjunto. Su centro tenía experiencia en robótica y nosotros en talleres, así que la colaboración resultó muy enriquecedora para ambos centros. El proyecto se llamó “STEAM para dos” y con la subvención montamos un aula STEAM con 4 zonas, similares a las que plantea el aula del futuro de INTEF, aunque con ligeras adaptaciones.
¿A qué dedicáis cada zona en el Aula STEAM?
Tenemos un zona de presentación, una zona tecnológica, una zona científico-matemática y una zona artística. En la zona científico-matemática tenemos un montón de materiales y juegos matemáticos, algunos los adquirimos nuevos y otros son de los que proporcionan las editoriales y van quedando desperdigados por las aulas. También compramos juegos y materiales de física y química y ahora contamos con un pequeño laboratorio de física, de química y de matemáticas. En la zona tecnológica tenemos los portátiles y el armario con los robots y juegos de Lego Wedo para trabajar programación. En la zona artística es donde se encuentra el croma, la mesa de luz y materiales del área. Y finalmente la zona de presentación que tiene proyector y PDI.
¿Cómo coordináis el uso de ese aula?
Hay un horario de utilización y los profesores van reservando horas según necesidades. Muchos compañeros hacen que sus estudiantes trabajen por rincones de tal modo que cada equipo tiene una zona asignada durante una sesión y a la siguiente van rotando. El aula STEAM también funciona como un repositorio de recursos ya que ahora todo el mundo sabe dónde están los diferentes materiales. Algunos profesores prefieren reservar el material y se lo llevan a su aula.
Ejemplo de proyecto «Las abejas”
El aula STEAM es el escenario principal donde desarrolláis vuestros proyectos, pero ¿Cómo se gesta un proyecto como el de las abejas?
En este caso en concreto la idea parte de una profesora que la comparte con el equipo docente a principio de curso. Durante el primer trimestre el equipo programa y planifica actividades para todas las áreas curriculares. En el segundo trimestre se llevan a cabo las actividades en el aula y el tercer trimestre nos centramos en la difusión y evaluación del mismo. Todo ello integrado en la programación de aula.
¿Cuáles son los ingredientes clave de un proyecto STEAM?
El equipo docente Tiene que haber un pequeño equipo de profesores que enganche a los demás. En el caso de las abejas fueron 3 profes. Si hay ese grupo de partida, salen proyectos potentes en los que los niños y niñas se implican muchísimo y en los que además hay mucha colaboración por parte de las familias. La ilusión del profesorado se contagia y esa ilusión crece cuando se ve que lo que se está haciendo “engancha”.
¿Cómo conseguís involucrar a las familias?
A través de los niños hacemos diferentes llamamientos a las familias. Cuando montamos el aula STEAM muchos padres y madres vinieron a reparar y pintar sillas, montar paneles y huertos. A través de la AMPA se organizan muchas actividades y talleres para familias.
También son una fuente prioritaria de expertos. Si tenemos a expertos de “la casa” ¿por qué vamos a ir a buscarlos fuera? .Por ejemplo, vamos a hacer unas jornadas culturales ¿quién puede aportar algo? Y te sale un padre que tiene un traje de apicultor, otra madre que trabaja en la Thyssen o un padre que puede impartir una charla sobre drones. Hay muchos informáticos, músicos profesionales, funcionarios que vienen a dar charlas o impartir talleres y lo hacen encantados.
En España todavía no hay mucha cultura de participación familiar en la docencia, pero la implicación de las familias en el aula es algo que habría que potenciar mucho más, según mi opinión.
¿Cuál es el perfil socioeconómico de las familias del barrio?
Hay de todo, familias de profesionales, familias de la zona de toda la vida pero al ser una zona de bastante vivienda vieja y sin ascensor muchas de las nuevas familias que vienen a vivir aquí tienen un nivel de ingresos medio-bajo, pero están muy implicadas en la vida del centro y muy dispuestas a echar un mano.
Además he visto que por aquí también pasan personas expertas de todo tipo
Consideramos que es muy importante que gente de fuera venga y conozca la realidad de la escuela y que nuestros estudiantes vean lo que hay ahí fuera. Durante la Semana de la Ciencia que organiza en noviembre la Universidad de Oviedo nos dan la posibilidad de contactar con investigadores de muy variadas disciplinas para dar charlas en el centro. Ahí aprovechamos para establecer contacto y para invitarles a volver en las jornadas culturales. Otras veces, contactamos nosotros directamente con persona expertas en función de la temática del proyecto. Invitamos a personal del CSIC a hablar de seguridad digital, organizamos talleres y charlas orientadas a las familias. Algunos los organiza el centro y en otros casos es la AMPA la que los organiza, contamos con la ONG Ayuda en Acción que siempre está dispuesta a colaborar… En este aspecto somos un colegio muy dinámico.
En estos 4 años que lleváis trabajando en STEAM… ¿Qué cambios habéis observado en el profesorado? ¿Dónde siguen estando las dificultades?
A nivel tecnológico la formación del profesorado ha dado un salto descomunal, pero el problema sigue siendo la poca estabilidad de las plantillas. A veces resulta enriquecedor tener nuevos compañeros, pero también dificulta avanzar más rápido.
Contar con alguien que apoya al profesorado en la gestión del aula sería también muy interesante, en el Reino Unido el “teacher assistant” es una figura muy común. Se habla mucho de docencia compartida, pero eso no puede significar que dos profesores trabajen juntando sus grupos de 20 estudiantes cada uno. Aprender a compartir y colaborar es una tarea pendiente para niños y adultos y la docencia compartida implica mucho más que hacer lo mismo.
A nivel de talleres en Finlandia nos llevan mucha ventaja. Allí vi centros de primaria con una enseñanza mucho más orientada a la vida, mucho más competencial, mientras que aquí, desgraciadamente, sigue teniendo mucho peso lo académico y memorístico.
¿Mejoraría la educación STEAM si hubiera más cooperación entre centros?
Creo que vamos en la dirección adecuada. Nuestra colaboración con CP San Pedro de Los Arcos fue muy enriquecedora para los dos centros. Se crea un ambiente diferente, se deja a un lado eso de “yo, mi aula, mi cole”. Notas que el centro se abre más a la vida y a la sociedad.
¿Qué cosas ayudan a potenciar esa cultura de cooperación intercentros?
La participación en la feria de innovación educativa que se organizó durante dos años consecutivos en Gijón supuso mucho trabajo para los centros, pero fue una oportunidad para que el profesorado mostrase y contrastase su trabajo con el de compañeros de otros centros, para comprobar que nuestros proyectos tenían una calidad mucho mejor de la que podíamos pensar. A veces pensamos que lo que hacemos no es gran cosa y al verlo junto a otros trabajos nos damos cuenta de que igual es todo un tema de falsa modestia. Pero, además, nos permitió descubrir ideas de compañeros de otros centros que nos sirvieron de ejemplo e inspiración. El curso pasado no se celebró por razones obvias, pero creo que es una actividad que la Consejería de Educación debería retomar porque es un reto para los centros y hace que todos queramos mostrar lo mejor de nuestra labor con lo cual se sacude la rutina y surge un objetivo común que nos empuja hacia adelante.
Para saber más
Proyecto intercentros STEAM para 2
