/Iván Diego

¿Por qué es necesaria esta guía?

La implicación de las empresas ha sido, es y será un aspecto clave en la Formación Profesional pero la manera de entender y concebir la colaboración entre empresas y centros de FP ha evolucionado. Esto supone un cambio de rol por parte de las empresas que dejan de ser meras consumidoras de personal cualificado y pasan a desempeñar un papel más activo en la formación de futuros profesionales  en colaboración con centros educativos y apoyando la labor del profesorado que llevará la batuta del proceso.

Disponer de buenos circuitos de retroalimentación entre la FP y el mercado laboral ayuda, sin lugar a dudas, a mitigar los desajustes de habilidades y la mejor manera de conseguirlo es a través del establecimiento de alianzas más estrechas y basadas en la confianza entre centros de FP y las empresas que faciliten la participación en acciones coordinadas.

¿Cómo se estructura la guía?

La guía se divide en tres secciones con objetivos diferentes:

• DESARROLLAR UNA VISIÓN COMPARTIDA DE LA COLABORACIÓN. La primera parte de la guía aporta las principales razones para la colaboración entre empresas del sector TIC y centros de FP y los beneficios aporta a los y las futuras profesionales del sector.
• EXPLORAR OPORTUNIDADES DE COLABORACIÓN. La segunda parte de la guía describe diferentes formas de colaboración ilustrados con ejemplos reales que permiten a las empresas valorar qué tipo de acción se ajusta mejor a sus necesidades
• EMPEZAR A COLABORAR.  La tercera parte plantea un plan de trabajo para entrar en contacto con centros educativos, entablar una conversación y hacer que la colaboración sea una realidad.

¿Cómo podemos colaborar?

Siendo conscientes de la especificidad de los problemas de cada empresa para atraer y retener talento, consideramos que es importante adoptar una visión sectorial y ver la colaboración como una apuesta conjunta, para fortalecer el sector TIC en Asturias. Aunque la Formación en Centros de Trabajo (FCTs) y las bolsas de empleo son las prácticas más extendidas, el abanico de vías de colaboración es mucho más amplio. La segunda sección de la guía explora otras formas de colaboración que exigen diferentes niveles de implicación y movilización de recursos.

¿Por dónde empezar?

Comprender y respetar la labor de los centros educativos y docentes es un primer paso para sentar las bases de una buena colaboración. Aunque todo el mundo hemos pasado por el sistema educativo, eso no nos convierte automáticamente en personas expertas en educación.  La cooperación a veces puede llegar a ser difícil en la práctica. En muchos casos, esas dificultades son fruto del desconocimiento mutuo, la falta de diálogo o de las expectativas desmedidas. Por esta razón, la tercer parte de la guía ofrece una serie de consejos para establecer una relación de confianza y duradera entre la empresa y el centro de FP con el que colabora.