En la entrevista de hoy conversamos con Ricardo R. Fernández (IES Virgen de la Luz) sobre el papel de la observación y de la curiosidad en la ciencia pero también de peces lumpo, de restauración de microscopios y de la reconversión del laboratorio del centro que pasó de ser una zona devastada a un hervidero de actividad científica.
Ricardo, ¿te parece si empezamos con algunos apuntes biográficos?
Me llamo Ricardo Roberto Fernández Martínez, sí, nombre de culebrón venezolano, pero bueno, Darwin tenía también nombre compuesto: Charles Robert, y . . . ¡el segundo es el mismo que el mío! Soy de Arnao (Castrillón, donde está la primera mina de carbón del país) y mi pasión por la mar y la naturaleza viene de ahí, de ser de un pueblín y de haber estado siempre en contacto con ellas. Soy licenciado en Ciencias Biológicas en la especialidad de Zoología por la Universidad de Oviedo y actualmente soy profesor de Biología y Geología en el IES Virgen de la Luz.
¿Desde cuando trabajas en educación?
Llevo en la enseñanza desde 2006, pero antes di unas cuantas vueltas. Yo también lo pasé muy mal tras acabar la carrera, muchos años en paro. Lo mejor que hice fue irme a aprender inglés a Londres. Además, después de eso y de hacer varios cursos, me acabé metiendo a hacer un módulo de grado superior de FP de análisis y control, y gracias a eso conseguí mi primer trabajo, que me sirvió para aprender cómo funciona un laboratorio de microbiología. Después pasé por una consultoría ambiental y finalmente, di con mi vocación: profesor de biología. Me llevó unos años sacar las oposiciones, pero al final lo logré. No lo hice antes, y me arrepiento, por no verme capaz de sacarlas (estar en el paro desanima mucho) y porque durante muchos años no salían. Pero cuando probé lo que era dar clase de biología y geología, lo tuve claro, estudié como nunca y aquí estoy.
¿Consideras que es importante que un docente tenga experiencia laboral previa en otro sector?
Desde luego, todo lo que uno pueda aprender es siempre poco, y nunca se sabe cuándo o dónde nos va a hacer falta. Y una forma muy directa de aprender es teniendo una experiencia laboral previa en otro sector. Algunos compañeros a los que admiro por su trabajo sí que venían de un trabajo en otro sector, y un rasgo que los diferencia es que valoran mucho más el trabajo de docente, te hace disfrutar más tu trabajo y eso se nota en el rendimiento. Sí creo que es un plus porque vienes de trabajar en equipo, de tener que resolver situaciones que nunca habías tenido que resolver mientras estudiabas, te tienes que adaptar al puesto. Las experiencias reales son mucho más valiosas que las teóricas y sobre todo ganas mucha confianza. Creo que en las oposiciones se debería de valorar la experiencia previa que hubiera tenido el candidato aunque no sea docente.
¿En qué proyectos STEM andáis metidos ahora mismo?
Cuando estaba en Londres todos los sábados que tenía libres me iba al Museo de Historia Natural, un lugar absolutamente maravilloso, la catedral de las ciencias naturales. A mí me hubiera encantado tener acceso a un sitio como aquel mientras estudiaba y me dije, no puedo hacer una catedral de la ciencia en el centro pero igual sí una capillina. Entonces mi proyecto es hacer un pequeño museo de historia natural en el laboratorio del centro.
¿Esta manera de trabajar la tenías clara desde el principio o hubo un punto de inflexión?
En esto sigo los pasos de Nacho. Cuando coincidimos en el IES La Magdalena vi el trabajo que hacía él y me encantó. Me motivó mucho. [Ricardo se refiere a Luis Ignacio García del que puedes leer su entrevista aquí.]
¿Qué es lo que te motivó exactamente?
Plantear las clases eminentemente prácticas. Nacho es profesor de Física y Química y tiene una ventaja relativa. Quiero decir, por ejemplo, para estudiar el movimiento de un péndulo, sólo necesita un cronómetro, una cuerda, un peso al final y un gancho donde colgarlo. Yo si quiero hablar de las esporas de pteridófitos tengo que ir a coger helechos que estén en el momento de producir soros. Lo del museo surge también como una necesidad de conservar restos de plantas, de animales y una colección de rocas y minerales, para poder disponer de especímenes preparados y plantear actividades prácticas en clase lo que no quita que en momentos salgamos al campo a buscar especímenes frescos. Pero cuanto más tengas disponible y ya preparado y organizado, menos te cuesta preparar las prácticas.
El contexto de tu proyecto es el laboratorio del centro… ¿En qué estado te lo encontraste?
Pues hecho un desastre, pero había cantidad de cosas que estaban ahí esperando a que alguien las usara: un juego de cajas de entomología, cámaras húmedas, alfileres. En definitiva todo el material necesario para hacer una colección de insectos. Entonces lo tuve clarísimo. Lo limpié todo, arreglé cosas y empecé con un taller de entomología.
¿Cómo implicas a los alumnos en el Museo de Historia Natural?
El punto de entrada es un taller que oferto durante los recreos al que se suman de forma voluntaria. Muchos vienen una vez y luego no vuelven pero hay un pequeño grupo de estudiantes que se queda y que vienen todos los recreos. Los más fieles son tres de 1º y 3º ESO. Llevo años sin recreo, aunque en realidad los disfruto con mis pequeños “frikis” de la naturaleza estudiando insectos, ordenando especímenes, haciendo fotos . . .
En el taller aprendemos a identificar insectos, a observar a través de lupas, microscopios, a preparar las muestras… Empezamos así, con la entomología, pero ahora mismo es más un taller o un club de ciencia en general que tiene como objetivo ir aumentando la colección del museo de historia natural del centro.
¿Cada año cambiáis el tema?
No, vamos haciendo cosas según van surgiendo. Una idea muy buena fue un juego de insectos que se basa en un juego que se llama “Dobble”. Es un juego que utilizaba mi mujer que es Pedagoga Terapéutica. Cuando me lo enseñó me pareció que tenía un potencial enorme. Es un juego que originalmente había usado imágenes de insectos y yo lo rehice y digamos que volví al original con el planteamiento moderno del juego. Gracias a él han aprendido un montón sobre insectos, e incluso en alguna salida llegaron a identificar “de visu” alguno que nos encontramos. Fue muy bonito, porque los alumnos se entusiasmaban y empezaban a gritar: “¡Mira profe! ¡¡Una blanquita de la col!!”, los otros decían “¿y tú como sabes eso?” Y el entusiasmo se acaba contagiando . . .
Y me decías que el laboratorio es un cajón de sorpresas…
Sí. Otro día encontramos en el laboratorio unas diapositivas de los años 50 o 60, preciosas, y planteamos un proyecto para restaurarlas y escanearlas. Como te decía, el laboratorio escondía una serie de tesoros que estaban ahí ocultos y nosotros nos estamos encargando de volver a darles vida. Cajas de minerales, réplicas de fósiles,… Es un trabajo que empezamos hace 5 años y seguimos con él.
Al igual que contaba Nacho en su entrevista, yo cuando llegué al IES Virgen de la Luz gran parte del material de laboratorio estaba bajo llave y, a su vez, bajo una capa de polvo. Eso ya no es así. Está todo abierto, se usa y nunca desaparece nada. Los chavales respetan mucho el material y cuidan el laboratorio como algo suyo. Justo como comentaba Nacho en su entrevista.
Dar al alumnado oportunidades para manejar instrumental científico es una parte importante de la alfabetización STEM
Para mí dar clase es muy fácil: intento hacer lo que me hubiera gustado que hiciesen conmigo. Y una de las cosas que siempre eché de menos es que alguien me hubiera explicado cómo manejar un microscopio. Yo prácticamente en toda mi etapa de instituto nunca miré por un microscopio.
¿Por qué sigue pasando esto? ¿Es un problema de dotación de los centros?
Por lo general hay bastante material en los laboratorios, tanto más cuanto más antiguo sea el centro, pero claro, una parte queda obsoleta y la mayoría necesita un mantenimiento y una organización que cuesta mucho trabajo. Cuando llegué al laboratorio había disponibles 6 microscopios nada más pero cuando me puse a organizar todo aquello empezaron a aparecer cajas y cajas de microscopios estropeados. El primero que desmonté no pude repararlo, pero me sirvió para aprender cómo funcionaban y sacar piezas. Ahora mismo tengo 26 microscopios restaurados que utilizo con todos los grupos a los que doy clase. Incluso me atreví a “tunear” alguno, y los más antiguos que no tenían sistema de iluminación, pero que tenían buena óptica, les pude adaptar luces LED y ahora funcionan de maravilla.
Ahí lo interesante es transmitirles lo importante que es la observación en la ciencia ¿verdad?
Claro. Una de las mayores satisfacciones que tengo en esta profesión es cuando un crío levanta los ojos del microscopio y me dice: “¡Qué pasada, profe!”. Es algo muy reconfortante, que te anima a seguir.
¿Hace falta ir de safari a África o ver documentales de National Geographic para observar la naturaleza?
Lo que les intento transmitir es que la naturaleza nos rodea, y que aquí en Asturias es muy fácil acceder a ella. Tendemos a darles a entender que la naturaleza es algo que está ahí aparte y no es así. Les hablamos de leopardos, de jirafas, cuando podíamos estar hablándoles de animales y plantas que tienen mucho más cerca, por ejemplo de especies marinas que tenemos aquí al lado. Yo soy buceador y les traigo cosas del mar. Son cosas que les suena de verlas en la playa pero no dejan de asombrarse y me preguntan: “Pero profe ¿esto lo hay aquí?”
Se trata de contextualizar la ciencia, utilizando los recursos más cercanos y aprovechar lo que tienes a tu disposición. En el laboratorio había unas redes de plancton esperando a que alguien las pusiera a trabajar y las utilicé para coger muestras. Si además de explicar la función del plancton en la cadena trófica de los océanos los llevas al laboratorio a verlo, la cosa cambia para mucho mejor.
Entiendo que el esfuerzo por recuperar todos esos microscopios no es para utilizarlos de manera puntual como suele ser habitual.
Empiezo con los grupos de 1º ESO y procuro que desde el primer día pasemos por el laboratorio una vez a la semana para que se vayan habituando a utilizar microscopios y lupas binoculares. Vamos ampliando a medida que pasan de curso. Es un proceso lento pero cuando llegan al Bachillerato ya tienen un nivel muy avanzado. En 1º ESO ven alguna preparación de tejidos pero en 1º Bachillerato hacen ellos las preparaciones con microtomos de mano y con un microtomo de rotación con el que vamos preparando tejidos. No obstante, a veces surgen complicaciones, claro. Por ejemplo, el uso de los químicos para tratar los tejidos es un problema porque hay que manejar xileno que es tóxico. Antes del confinamiento ya teníamos un proyecto en marcha para preparar una campana extractora para sacar los gases del laboratorio, pero ahora tendrá que esperar. Una pena, pero espero tenerla en funcionamiento el próximo curso. Pero así vamos avanzando: resolvemos problemas, surgen otros nuevos, los resolvemos, damos otro paso más y así, año tras año, cada vez disponemos de más recursos y de más actividades para hacer.
Se habla mucho de la A en STEAM, de proyectos globalizados pero no siempre es fácil buscar la integración … ¿tienes algún ejemplo?
Yo voy mucho a mi aire, las cosas como son, pero intento colaborar con mis compañeros cuanto más mejor. Por ejemplo, con una compañera de dibujo empezamos un proyecto de ilustración científica para que el alumnado de 1º ESO dibujara los especímenes expuestos del museo que les resultaran más llamativos o interesantes. Con Física y Química también surgen colaboraciones en todo lo relacionado con materiales de laboratorio.
La fotografía es otro recurso fundamental en mis clases. Muchas veces les pido que saquen el móvil para sacar fotos a las cosas que estamos observando por el microscopio o la lupa. Tienen una destreza enorme para acercar el móvil al ocular y capturar una mitosis de cebolla, por ejemplo.
¿Y con esas fotos hacéis alguna exposición?
Claro, muchas de esas fotos se suben a uno de los blogs del centro, La Luz Verde. Ahí tenemos subidas muchas cosas. Las diapositivas antiguas que hemos recuperado, vídeos con pulgas de agua o imágenes de plancton, por poner unos pocos ejemplos. Es un blog que lleva mi compañera de Plástica con la que hicimos el proyecto de Ilustración científica. Este material gráfico también lo voy a utilizar en uno de los programas de la TPA, es un video de un copépodo generando corrientes de agua para alimentarse que grabamos con los alumnos en el aula.
Eres bastante autodidacta ¿Estás compartiendo tus experiencias con compañeros de otros centros?
Sí. Llevo ya impartidos tres cursos de profesorado sobre enseñanza práctica de las ciencias naturales en el CPR Avilés-Occidente. Es una experiencia muy gratificante. Varios compañeros se han subido al carro y están haciendo proyectos similares. Das a conocer tu trabajo y a la vez compartes ideas con tus compañeros. Yo de estos cursos saqué alguna práctica que luego adapté y estoy utilizando en el aula. Ya en el primer curso que impartí creamos un grupo de Whatsapp para intercambiar ideas que sigue activo a día de hoy. Mi intención era también animarlos a que arreglaran los microscopios pero al final lo que hacían era traérmelos a mí.
Mencionabas al principio de la entrevista que el Museo de Historia Natural había sido una fuente de inspiración ¿tenéis ejemplos de colaboración con agentes externos a nivel local?
La pieza más importante de la colección zoológica es un ejemplar de lumpo (Cyclopterus lumpus), un pez muy raro que yo como buceador llevaba intentando verlo en mis inmersiones toda la vida. De repente un día veo en el periódico que hay una pescadería de Avilés que lo tenía expuesto. Inmediatamente llamé a la pescadería, les expliqué el proyecto y nos lo donó para el museo. En el centro con los alumnos lo conservamos pero también lo diseccionamos para contar los huevos. Hicimos una estimación que quedó por debajo de lo que decía la bibliografía (400000 huevos) A nosotros nos salió 200-300000. Hicimos ciencia.
[No os perdáis esta entrada del blog La Luz Verde donde se explica gráfica y visualmente todo el proceso]
Hacer ciencia además de observar es medir, manejar conceptos como la imprecisión, el error…
Exacto, y contrastar datos. El dato del número de huevos lo tenían en uno de los carteles explicativos que tenemos en el pasillo de entrada al laboratorio. Pasa algo muy curioso con estos carteles. Muchas veces los chicos que expulsan de clase, supuestos “malotes”, se ponen a ver los paneles con imágenes y a leer la información. Y ahí te das cuenta de lo importante que es ofrecer al alumnado materiales que despierten su curiosidad.
En una de las últimas entradas del blog publicábamos los resultados de la encuesta Science Education Tracker y los adolescentes decían que es más fácil aprender ciencia cuando tu profesor transmite pasión por su materia.
Claro. Como todo el mundo, yo busco cosas que me encantan y me apasionan. El museo es una herramienta de aprendizaje para los estudiantes pero reconozco que el primero que lo disfruta soy yo. Y cuando disfrutas algo con entusiasmo, como ya dije antes, el entusiasmo es contagioso.
¿Consideras que el curriculum puede llegar a ser una camisa de fuerza?
En absoluto. Salvo en segundo de bachillerato, el currículum no es una camisa de fuerza para nada. Tienes que ajustarte a unos contenidos pero esos contenidos los puedes dar como tú quieras. ¿Hay que darlo todo? Bueno, yo lo intento pero lo importante es que los chavales tengan experiencias con las que sí se van a quedar. Si vieron espículas de una esponja en el microscopio eso no se les va a ir tan fácil de la cabeza y seguirán acordándose de lo que es una esponja, mucho más que si simplemente se aprenden de memoria una definición que luego olvidarán tras el examen.
¿Mantienes contacto con antiguos alumnos?
Yo intento que todos los años venga un ex-alumno sobre todo para que les suban la moral a los de segundo de bachillerato que tienen mucha presión encima. La idea es que escuchen a gente que pasó ya por eso para que les expliquen su experiencia y de esa manera mantengo contacto con antiguos alumnos. Otra de las cosas que decía Nacho es que lo máximo a lo que aspiraba era a que todas las generaciones de chavales que pasaron por sus aulas le recordasen con cariño y yo lo suscribo al 100%.
Un chico que fue alumno mío el primer año que llegué aquí, uno con los que conservé el pez luna y fue premio fin de curso, pues hoy ya es biólogo y está haciendo el máster de formación de profesorado porque quiere dedicarse a la docencia. Y yo le dije, oye, a ver si vienes conmigo a hacer las prácticas. No pudo ser, pero me encantaría que algún día viniese a trabajar aquí. Sería como cerrar un círculo, y asegurar la continuidad del proyecto para el futuro.
¿Algún compañero o centro con el que podamos hablar?
El IES Marqués de Casariego está lanzando un proyecto parecido. Me gustó mucho. La jefa de departamento participó en uno de mis cursos y este año tienen un grupo de trabajo y me invitaron a pasar por el centro para ver su laboratorio, que tiene un potencial enorme, y darles una serie de ideas en una sesión. Ellos vinieron a ver mi laboratorio y se llevaron algunas ideas también.
¿A nivel de equipamiento que capricho te darías?
Si pudiera incorporaría un microscopio de contraste de fases pero se nos escapa un poco de presupuesto.
¿Habéis intentado contactar con empresas, centros de investigación que os pudieran ceder o donar material en desuso?
Lo he tratado de gestionar. Por ejemplo cuando estábamos buscando el microtomo intentamos saber si había alguno viejo en alguna facultad tirando de gente que conocíamos pero esa gestión no llegó a buen puerto. Al final encontramos una buena oferta y lo compramos. Son compras que te puedes permitir hacer una al año o cada pocos años.
Seguro que muchos compañeros y compañeras que estén leyendo esta entrevista se animarán a rehabilitar el laboratorio de centro ¿qué consejo les darías?
La frase que más me motiva es “Ye too ponese”, un día haces un poquitín, otro otro . . . el tiempo no se detiene y al final, si no te desanimas, acabas llegando a buen puerto y viendo resultados. Hay que utilizarlo todo pero implica mucho trabajo y hay que poner mucho de tu parte para recuperar todo ese material tan valioso. Yo me tenía por un manazas y al final hasta le he cogido gusto a esto del bricolaje.
Gracias por todo y a ver si nos vemos las caras cuando acabe el confinamiento
Un placer. Cuando quieras pasarte por el laboratorio, aquí estamos.
Para saber más
Blog La Luz Verde
https://laluzverdevdlaluz.blogspot.com/
Blog presentación Museo Historia Natural
https://mhnieslaluz.blogspot.com/2018/01/presentacion-del-museo-digital.html
Disección y conservación del pez lumpo
http://laluzverdevdlaluz.blogspot.com/2018/07/el-lumpo.html
Curso “Enseñanza práctica de las ciencias naturales” CPR Avilés
http://www.cpravilesoccidente.es/2019/09/curso-ensenanza-practica-de-las.html
¿Qué piensan los jóvenes sobre la educación STEM?
https://asturias4steam.eu/que-opinan-los-jovenes-sobre-la-educacion-stem/
Entrevista a Luis Ignacio García (IES La Magdalena)
https://asturias4steam.eu/luis-ignacio-garcia-fisica-y-quimica-ies-la-magdalena/